Viruela del Canario.
Se
transmite de un pájaro a otro, y también a través de insectos
chupadores de sangre. Se recomienda vacunar a los canarios contra esa
enfermedad a partir de los tres meses.
Acariosis.
Enfermedad provocada por un arácnido
del orden de los ácaros que invade las vías de respiración. Puede
provocar lesiones capaces de matar al pájaro. Un remedio para combatirlo
es proporcionado al pajaro productos aceitosos, como el lino, para que
el parásito resbale, pero no siempre funcionan.
Ornitosis.
Es una enfermedad difícil de
diagnosticar, porque no presenta síntomas bien definidos. También es
contagiosa para el hombre. Lo más recomendable es llevar el pajaro al
veterinario
Una Amenaza Oculta: El Piojo Rojo
En ocasiones las
jaulas de nuestras mascotas están infestadas por un terrible parásito,
que ataca a los pajaros y que puede permanecer oculto a nuestros ojos.
Se trata de la amenaza oculta del piojo rojo o "piojillo".
El piojo
rojo es un parásito, y como tal se alimenta de la sangre de mamíferos y
animales vertebrados de mayor tamaño que él. Su tamaño puede ser
inferior a un milímetro y es de un color rojizo. Se esconde por los
rincones más insospechados de la jaula y es de hábitos nocturnos, lo que
quiere decir que sale de su escondite únicamente durante la noche para
alimentarse.
Esto último hace que el piojo rojo sea difícil de
detectar o que cuando lo hayamos hecho se haya convertido en una
auténtica plaga. Sus primeras víctimas suelen ser los pajaros más
débiles o incluso las pequeñas crías que se encuentran en el nidal,
cuando estamos en época de cría.
Uno de los síntomas que puede
presentar un pajaro atacado por el piojo rojo, es la palidez de su
piel, ya que poco a poco se le va agotando la sangre que sirve de
alimento al parásito. También puede ser un síntoma la inquietud del pajaro durante sus horas de sueño, rascándose repetidamente por
distintas partes de su cuerpo.
Si hemos descuidado la higiene y el
mantenimiento de las jaulas, deberemos tomar medidas para comprobar que
no existan estos parásitos. Una de las formas de averiguarlo es por la
noche; con una linterna nos acercaremos a las jaulas y las
inspeccionaremos detenidamente, para comprobar si hay movimientos en el pajaro o "expediciones" de los piojos en busca de alimento. También
podemos comprobarlo de la siguiente manera: cuando cae la noche
procederemos a tapar la jaula del pajaro con un trapo blanco y limpio;
si a la mañana siguiente observamos pequeñas manchas o incluso los
mismos parásitos pegados al trapo, no habrá ninguna duda de que la
amenaza está presente.
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